lunes, 24 de septiembre de 2012

Capítulo 19 de "Gracias a una Piedra"


—Perdón por irme preciosa —Patrick estaba a mi lado jugando con mi cabello. Nickolas había decidido dejarnos solos por un momento.
—No importa. ¿Quieres que te cure el brazo? —dije mirando fijamente su brazo vendado.
—No. Tienes muy poca energía.
—Tranquilo estoy bien. Me acaban de suministrar una buena cantidad. —me quedé mirando a Patrick. Este cedió.
—Si no puedes no te esfuerces.
—Tranquilo. —dije sacando una a una las vendas hasta dejar su brazo desnudo. Tomé con mis manos su brazo, el sector que tenía morado, y empecé a curarlo. Poco a poco el color morado desaparecía, quedando finalmente la nada. Patrick movió su brazo para todos lados al darse cuanta que el dolor había desaparecido.
—Eres una diosa, gracias. No se como te lo podría pagar. —en ese momento se me ocurrió preguntarle algo. No fue la pregunta mas ingeniosa para ese momento pero fue lo que salió.
Me quedé mirando a Patrick.
— ¿Por qué me dio el bajón de energía?  — Patrick me miró por un momento y se acomodó para sentarse frente mio.
—Perdón Caroline, —sus ojos me miraban fijamente con algo de dolor y remordimiento— fue mi culpa. Sabía que no debía hacerlo, pero bueno, era imposible no hacerlo. —dijo pegando su frente a la mía. — Esa noche, cuando te besé, nuestros cuerpos entraron en una “guerra”, por así decirlo. Como todavía no controlas bien tu energía esta lentamente se traspasaba a mí, en ese momento no me percaté de nada hasta que te desmayaste, traté de darte energía pero era muy extraño, tu cuerpo al principio la repelía pero después la aceptó. Gracias a dios aceptó algo y no caíste en un coma. Solo inconsciente por dos días.
Y bueno creo que no te lo he explicado pero el método más común para traspasar energía es corazón con corazón. Es como… un abrazo, pero debe haber contacto de piel, ya que la energía no va a pasar por algún medio material. El otro medio es boca a boca, y normalmente es más difícil de controlar el paso de energía por este método. Y el último es con los dedos del donador al corazón del que recibe, pero este lo hacen mayoritariamente los PPH viejos, ya experimentados; o integrantes de familias puras, ya que es un método muy difícil de aprender.

Después hubo un momento de silencio, de esos incomodos, sabíamos perfectamente que los dos nos deseábamos y que nuestro amor no es prohibido, pero es sinónimo de muerte, por solo un pequeño descuido.

—Tú me podrías enseñar a controlar mi energía. ¿Qué te parece? —le pregunté algo tímida, a lo cual el respondió con una pequeña risa picara y se acercó hacia mi.
—Es simple, mira —se acercó y simplemente hizo con sus labios un contacto con los míos— ¿Sentiste la energía? ¿Esa pequeña corriente que viaja por nosotros? Es porqué tu me diste energía. —Patrick me tomó la cabeza con una mano quedándonos nariz con nariz.
 La sensación de esa “corriente” era la misma que había sentido con Scott y la noche con Patrick. Claro que con Patrick fueron más corrientes y sentimientos revolcándose.  Era algo casi inexplicable, todos los sentimientos se revolcaban en uno, como si tuvieran vida.
Patrick con su mano libre tomó la mía y haciendo rozar sus labios en la comisura de los míos.
—Ahora yo te voy a dar energía. — sus labios se movieron de la comisura de los míos hasta fundirse en un beso.
Esa sensación era diferente a la anterior. Nunca la había sentido antes, era  como que ese beso te llenara de vitalidad, la corriente que antes sentía ahora era como un pequeño río que corría hacia mí, lenta y calmadamente. Ahora eran los escalofríos que recorrían por mi espalda los que me hacían estremecerme.
Patrick se separó un poco pero yo no lo dejé, tome su cabeza con mis manos y lo atraje nuevamente. Pude notar que había quedado sorprendido pero después me siguió el beso haciendo que cada vez se tornara mas apasionado. De un momento a otro todos mis sentimientos se empezaron a revolcar y Patrick lo pudo notar ya que ahora no era él quien daba la energía sino yo. Patrick soltó mi mano y la apoyó en la cama haciendo que me tendiera lentamente quedando él sobre su brazo haciendo un pequeño espacio entre nuestro cuerpos.
Llegó un momento en que me empecé a fatigar y el nivel de los besos empezó a bajar.
— ¿Ocurre algo? —dijo recorriendo mi cuello con pequeños besos hasta mi oreja.
—Estoy mal.
Patrick me miró un momento, pude notar que sus ojos estaban brillosos y su cara pálida a pesar del calor evidente que había entre los dos. Poso sus labios sobre los míos haciendo que ese agradable río recorriera mi cuerpo.
Se escucho el llamado a la puerta. Patrick se separó rápidamente y yo me acomodé el cabello y me senté en la cama. Patrick se sentó en la silla a mi lado y sacó una de los pequeños comprimidos de energía. Eran como pilas y tenían una punta que se encajaba con una aguja con un pituto, donde pituto y la punta de la “pila” calzaban justo,  que estaba enterrada en mi brazo izquierdo y cubierto con  una venda para que nada le llegara a ocurrir.
—Pase. —dije cuando Patrick colocó el pequeño dispositivo.
— ¿Cómo está joven Kinsley? Un gusto volver a verlo.
—El gusto es mio señor Walkovic. —dijo Patrick parándose y dándole la mano a mi padre, este se quedó mirándolo y Patrick rápidamente se volvió para seguir arreglando el dispositivo. Mire a lo lejos mi reflejo con el de Patrick. ¡Cuál de los dos mas blancos! Y ¡Cual de los dos con los ojos más brillosos! Eso pasa cuando uno da energía.
Mi padre me sonrió a lo lejos.
— ¿Cómo te encuentras?
—Mejor, ¿Has hablado con Nickolas?
—Si, se lo ha tomado bien.
—Que bueno. —el ambiente no era muy cómodo. No por que estuviésemos peleados ni nada de eso, sino porque mi papa no era despistado y sabíamos que había notado todo. Nuestras caras lo decían.
—Bueno, volveré más tarde. Tenemos que hablar tú, Nickolas y yo. Adiós, cuídate. —dijo depositando un pequeño beso en mi frente.
—Adiós Patrick. —dijo dándole la mano a Patt.
—Adiós señor Walkovic.
Mi padre abrió la puerta para irse pero paró y dijo:
—Hey Patrick, me recuerdas mucho a mi cuando era joven, y ese juego de la capsula de energía ya lo he hecho. Créeme, no funciona. —miró a Patrick, le sonrió y salió por la puerta. Patrick me lanzó una mirada nerviosa. Yo solo no pude contener la risa.
—Hey, eres muy mala. ¡Ríete nomas!
—Perdón, —dije entre risas— es que hubieras visto tu cara.
— ¿Mi cara? Mi cara para tu información esta igual que la tuya, así que no puedes alegar.
—Bueno pero a mi no me han dicho nada.
—En eso estás en lo cierto. —dijo dándome un pequeño beso en la nariz. — yo creo que tenemos unos minutos antes de que vuelva tu papá. —Patt se acercaba pícaramente.
Le correspondí solo algunos besos locos ya que estaba cansada y tenía algo de sueño. Me corrí a un lado haciéndole notar a Patrick para que se acueste a mi lado. Y así nos quedamos profundamente dormidos hasta que el llamado a la puerta y la entrada de mi padre y Nickolas nos despertara.
—Perdón por interrumpir sus sueños Kinsley pero necesitamos hablar un momento con Caroline. —Patrick se levantó de golpe que dando algo aturdido pero logró pronunciar:
—Ha, de acuerdo, no molesto. — y salió por la puerta sin más.
—Chicos, —dijo nuestro madre sentándose en la cama quedando frente a frente con los dos. — sé que será difícil acostumbrarse a esto, pero así es. Mis razones, perdón, nuestras razones; la que tomamos su madre y yo; ya se las di. Por favor acéptenla y traten de comprendernos. Y bueno, lo que les quería decir es que partiré mañana en la mañana de vuelta y volveré en un tiempo más para venir a buscarlos. Se quedarán conmigo, viviendo los tres juntos por dos semanas, y de ahí volveremos.
— ¿Cuándo volverás?
—He dicho que no tengo claro todavía, pero va a ser una semana de vacaciones. Y en cuanto a las noticias de la academia, va a volver todo a la normalidad. Caroline será declarada secretamente lucifer insignis y tu Nickolas estás inscrito en la carrera de medicina y con un curso de detectives. En cuanto a los amigos de Caroline, no saben que hacer con ellos. Si devolverlos a sus colegios o mantenerlos acá, ya que saben el secreto. Y bueno eso era todo. Ahora descansen que mañana tu tienes clases hasta tarde —dijo apuntando hacia Nickolas—, y tu tienes clases y entrenamiento.
— ¡Entrenamiento! ¡No por favor!
—Tranquila, no será con la señora Gilbert. Con ella empezarás en dos semanas más. Por ahora tendrás con una entrenadora de poderes que te ayudará a controlarlos. Ah y casi se me olvida, tienes Kinesiología a las 4 de la tarde por tu hombro.
— ¿Me quieren matar?
—Nunca dijeron que era fácil ser lucifer.  —dijo mi padre en respuesta.
—Nunca me dieron otra opción.
—Si darte la opción de ganar y salvar es mala, no sé que podría ser peor.
—No se padre, sé que no queda otra, pero me siento un fracaso de lucifer. Me hablan sobre los antiguos lucifer y todos tenían una habilidad y yo tengo la habilidad de siempre enfermarme.
—Aprende a caer con la frente en alto y empezarás a ganar. Buenas noches preciosa. —depositó un beso en mi frente para luego ir donde Nickolas y darle una palmada en la espalda —buenas noches campeón.
Y se fue.
—Duerme Caroline que mañana te será un día agotador.
—Lo mismo digo.
Nickolas me dio un beso en la mejilla subió mis sabanas como a una niña pequeña y se fue, pero antes de cerrar la puerta dijo:
—No dejes que Patrick se te pase. —y soltó una risita.


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