jueves, 24 de mayo de 2012

Notas por debajo del umbral de la conciencia.

Un amor Platónico

Siento en él la madures de un hombre ya formado, con destino fijo y agraciado, ya que su mirada libera conocimiento, tranquilidad y picardía.
Me imagino sentada a su lado, con su abrazo de protección y sus ojos de guía. Con sus miles de temas de conversación tan bien formados gracias a sus cuatros años más de experiencia.
 Me lo imagino junto a mi, sentados a la orilla de un arroyo, riendo y disfrutando del mejor festín.
No me imagino con otro, más cómoda de como me imagino con él.
A veces, tambien me lo imagino siguiendo su vida sin haberse dado cuenta que la mía solo seguía por él.
Pero a veces vuelvo a la tierra por un minuto y me doy cuenta de la realidad.
Cuando las noticias y los diarios celebren otro año, él estará siguiendo su destino fijo y yo recién estaré formando el mío.


Solo pido, que ojalá tu camino algún día se vuelva a juntar con el mío.









miércoles, 16 de mayo de 2012

Relato de una cita inesperada.

Eran las 21:16 de la noche y me encontraba sumergida entre las sabanas empapadas de amargas lágrimas que hacían incapaz al sueño envolverme por completo. Cuando siento mi iPhone vibrar bajo mi almohada. Me sequé las lágrimas y miré mi iPhone. Mensaje de mi mejor amigo.
"¿Elly podrá venir al cumpleaños del viernes?"
Traté de calmar mi voz y llame a Elly.
— Elly ¿Podrás ir ese viernes al cumpleaños de Stephan? 
— No, no sabes lo apenada que estoy, viajo donde mi tía.
—Oh, de acuerdo. Nos vemos mañana, cuídate.
—Adiós.


Teclee rápido la respuesta del mensaje de Stephan.
"No puede, viaja ese día."
Al minuto respondió.
"¡No! ¿Que crees que tenga que hacer?"


"No puedes hacer nada, tiene que viajar, ha que puedas cambiar la fecha de tu cumpleaños"


"No puedo, ya está todo organizado" Me respondió rápidamente.


"Propón le una cita"   Fue la única solución que encontré en ese momento. 


Stephan se demoró en contestar. En ese momento mis problemas que habían sido olvidados hace unos momentos llegaron como relámpagos a mi mente. Las sabanas se volvieron a empapar.


"Me da vergüenza"  Leí el mensaje y me entró una ola de cólera.


"Jamás llegarás a ni una parte con esa cobardía, ¡Toma la iniciativa!"


Al rato suena nuevamente el celular.


"Ya le dije"


"Excelente, ¡Así se hace!"


Al segundo de haber enviado el mensaje aparece en mi pantalla "Llamada entrante de Stephan"


—¿Que te respondió?
—Que si.
—¿Viste que fue fácil?
—Ah, no sé.
—¿Que no sabes?
—¿Que me voy a poner mañana?— me preguntó él algo tímido.
—Oh, ¿Como me preguntas eso?
—¡Ya!
—De acuerdo, ponte el hoody azul.
—No, me queda grande.
—Bueno entonces ponte el que a mi me gusta.
—¿El con la cruz?
—Si.
—Prefiero el azul.
—¡Bueno entonces para que preguntas!
—Ya, no importa. Estoy llamando a Elly y no contesta. ¿Estas hablando con ella?
—No, la voy a llamar para ver que pasa, adiós.
—Adiós.


Marqué rápidamente el numero de Elly.
Llamando...
Ocupado...
Llamando...


—¿Halo?
—¿Porque no contestas?
—Estaba hablando con Caroline. Vamos a ir al cine con Stephan.
—Espera... ¡Que! — me hice la desentendida.
—Que voy a salir con Stephan.
—Ya de acuerdo, mañana voy a tu casa a ver que te pones, ahora contéstale a Stephan que te está llamando. Adiós.


Le escribí a Stephan lo que sucedía, puse mi celular bajo mi almohada y me apoyé en ella. Traté de desviar mis problemas de mis pensamientos, tratando de pensar en mis amigos, pero era casi imposible, algunas lágrimas caían sin permiso.


-----O-----










sábado, 5 de mayo de 2012

Personajes de "Gracias a una piedra"



Caroline Elisabeth Walkovic





Patrick Edward Kinsley



Scott C. Kervan


Jessica Evans



Kate Benny Beigent




Oliver Jean Smith


Notas por debajo del umbral de la conciencia.

Algún día..

Y ese día me di cuenta de que,
Algún día derramare tan cantidad de lágrimas me no me quedarán más para llorar las felicidades.
Que, algún día te seguiré entre las nieblas, por tu mundo, hasta uno más tenebroso.
Que, algún día te adoraré tanto que me olvidaré de respirar.
Pero algún día me daré cuenta de lo innecesario de sufrir por alguien que no daría nada por ti,
y cuando ese algún día llegue me verás caminar tan decidida sobre el suelo que he construido con las lágrimas que tu me has hecho derramar, que te lamentaras por haberme hecho derramarlas; y en ese momento me hubiera gustado que algún día hubiera pasado algo bonito entre nuestros días.