Un amor Platónico
Siento en él la madures de un hombre ya formado, con destino fijo y agraciado, ya que su mirada libera conocimiento, tranquilidad y picardía.
Me imagino sentada a su lado, con su abrazo de protección y sus ojos de guía. Con sus miles de temas de conversación tan bien formados gracias a sus cuatros años más de experiencia.
Me lo imagino junto a mi, sentados a la orilla de un arroyo, riendo y disfrutando del mejor festín.
No me imagino con otro, más cómoda de como me imagino con él.
A veces, tambien me lo imagino siguiendo su vida sin haberse dado cuenta que la mía solo seguía por él.
Pero a veces vuelvo a la tierra por un minuto y me doy cuenta de la realidad.
Cuando las noticias y los diarios celebren otro año, él estará siguiendo su destino fijo y yo recién estaré formando el mío.
Solo pido, que ojalá tu camino algún día se vuelva a juntar con el mío.