"¿Que quieres?" si nuestra cercanía no hubiese sido tan lejana me sorprendería de mis palabras.
"Yo preguntaría ¿Quien eres?"
"Bueno, entonces ¿Quien eres?"
"¿A quien le importa?
"Pues, a mi"
"Pues, yo hago que tu te intereses en saber quien soy yo."
"Eso es algo que decido yo."
"No, yo soy el que está haciendo que decidas interesarte en saber quien soy yo."
"De acuerdo, adiós. Me enfermas."
"Yo soy el que está haciendo que decidas hartarte y marcharte"
"¡Pues obviamente eres tu el coñazo que está haciendo que me cabree!"
"Yo soy el que está haciendo que decidas eso"
"No, no lo haces." Y con esas palabras me alejé, pero alcancé a escuchar sus últimas.
"Pues mira, yo he hecho que me hables, que me preguntes que quiero, quien soy y que te enojes. Ahora y lo lo que he echo es responder una de tus preguntas. Y ahora ¿Sabes quien soy?"
Me di vuelta rápidamente para que se explicara, pero se desvaneció de la nada. Como el viento de invierno arrasa con las nubes de humo que escapan rápidamente de las chimeneas.
"Dios, la gente está cada vez más loca"
Pero el viento a cortos susurros al oído me respondió.
"Exacto, eso es lo que yo hago que decidas y quiero que creas."
J. Benítez
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